Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Ojalá estuvieras aquí

Ojalá estuvieras aquí
con esa forma tuya de taparme la boca con un beso
cuando te digo algo que me incomoda.

Ojalá estuvieras aquí
dejando trozos de nube con la sala de un museo
mezclando los temas, dulce y caótica
como una chica de un libro de Cortázar.

Ojalá estuvieras aquí
rompiendo mi colección de desengaños
con tu mirada color carnaval
con ese cuerpo tan bonito que lo único que le sobran son los botones,
dejando que te agarre la cintura con los ojos,
con tu risa facturando cada duda
convirtiendo mi vida en mirador.

Ojalá estuvieras aquí.

Y ojalá supiera a quien va dirigido este poema.

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