Tú no sabes, vida mía, cuánto extraño las caricias de tu voz
Como la vehemencia del viento.
Tú no sabes, vida mía, cuánto deseo tenerte en mis brazos
Como el campo redimido.
Tú no sabes, vida mía cuánto quiero rozar tus labios
Como aguas dóciles al deseo.
Tú no sabes, vida mía, cuánto anhelo ser tu musa
Como un cielo esplendente.
Tú no sabes, vida mía, cuánto te ama la que llamas ignorante,
Como espina de rosa que sin querer siempre te hiere.
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