Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Navegar

Desde mi eterno mar
hasta tu lejana orilla,
navego sin mirar atrás
sorteando distancia y tiempo,
para entregarte solo a ti
con la libertad del viento,
este corazón que te escribe
cada día en silencio.
:D

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