Vale la pena disfrutar
la vida con los que se quedaron
a pesar de las habladurías.
Con los que te acompañan
al cine o a la sala de tu
casa, con esos que se
burlan de tu amargura y
están al tanto de todo lo
que te pasa.
Con los que saben que te
falta un tornillo, pero en vez
de llamar al psiquiatra
eligen enloquecer contigo.
:D
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