Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Amado Lobo Feroz

Amado Lobo Feroz.

Mi abuelita escondía todas tus cartas. Recién las leo y te escribo para decirte que siempre te amé. Todos me decían que tus mentiras me matarían y que sólo querías darle a tus ganas un final en mi piel. Entiendo lo de Blancanieves, yo también traté de olvidarte pero mi corazón le daba la espalda a todos mis intentos. Ojalá pueda saber más de ti porque tu silencio sólo aumenta mi agonia.

Simplemente tuya,

Caperucita Roja

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