Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Amo cuando llegas...

Amo cuando llegas y me acaricias, sé que a veces el malhumor de un mal día te invade, entonces procuro no hacer ningún desastre, pero a veces tomo el riesgo de hacerlo para ver si te causa alguna gracia y así hacerte sonreír, aunque existe la probabilidad de que te molestes y desquites tu enojo conmigo, pero te amo, y todos los días espero con ansias tu llegada.
:D

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