Aquí sin poder dormir, vaya que la ausencia de su presencia me ha hecho caer víctima de mirar en el móvil todas sus fotos.
Ella es creativa, divertida, apenas la conozco y mírenme aquí dedicándole algunas de mis líneas, eso no sucede ni los 29 de febrero.
Mejor dejo de escribirle no sea que su corazón se sienta demasiado importante y la tiranía vaya a aconsejarla.
Uno no debe poner en un pedestal a alguien asi, sin primero mirar si está hecha del material que resistira un fresco corazón. Más tengo que admitir que, a ojo de buen cubero, su alma tiene esa sustancia tan escasa llamada sinceridad, la que pude ver con tan solo un “hola” cruzar.
Quiera Dios que, ella al leer esto, esté pensando lo mismo y se diga a sí misma: ¿y si lo intentamos?
:D
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