Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

De repente

Y de repente te había olvidado.
Ya no recordaba tu aroma.
Ya no recordaba tus besos.
Ya no recordaba el sonido de tu voz.

Ya no me dolías.
Ya no me desvelabas.
Ya no me atormentabas.

Ya eras pasado;
ya te había olvidado.

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