Yo no te olvido, habitas en un lugar donde nadie puede tocarte, donde nadie sabe que existes, donde nadie puede herirte, ni yo con mi olvido, ni tú con tu ausencia.
Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.
Mírame
Mírame, no despegues esos ojitos de mi... me iré y que te quede claro que volveré, y me sentiré un desconocido allá afuera, porque tú eres mi hogar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario