Yo no te olvido, habitas en un lugar donde nadie puede tocarte, donde nadie sabe que existes, donde nadie puede herirte, ni yo con mi olvido, ni tú con tu ausencia.
Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.
Mujer de mi alma
Ven mujer de mi alma, olvidémonos de ia noche entre suspiros y latidos, quiero ver Ilegar el amanecer refiejado en sus pupilas, dejemos que ei insomnio nos cubra, seré su café y usted será mi poesía.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario