Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

No sabía

He seguido el paso del viento, soplando hacia el olvido.
Ahí sonreí, dije tu nombre por última vez.
Y llegué a la cima con un recuerdo al pie de mis ojos.
Siempre dije que te iba a extrañar, pero no sabía que no te iba a importar.

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