Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Necesito una mujer

Necesito una mujer a quien le guste leer, sobre todo poesía; que entienda de Pizarnik, de sus cartas con Cortázar. Que me pida leerle a Bukowski después de follar como dos estudiantes en celo.

Una mujer que camine conmigo de la mano, y de la nada me detenga y me dé un beso. Que le gusten las paletas de nieve, sobre todo de zarzamora con queso.

Que me diga: -"Te amo pendejo. ¡Entiéndenlo, soy tuya cabrón! No necesito a nadie más. Me encantas como eres: así, feo hasta la chingada, pero mío"-.

Que haga de mi cuerpo una fiesta urgente de caricias y mordidas. Necesito una mujer que llore conmigo cuando veamos una pelicula y se ría a morir con tanta pendejada. Que no tenga miedos ni demonios qué esconder. Que no sea mi media naranja, sino ni fortaleza.

Si, una mujer que me mire de frente y diga: -"¡A medias, ni madres! O todo o nada. Y no, no eres un pendejo. Yo... yo cabrón, creo en ti"-. Necesito una mujer de esas fuertes, templadas, hermosa y honesta; una mujer con un pasado tan culero, que su futuro sea mágico estando conmigo. Necesito una masoquista de amor y de los besos que nos demos.

Sí, lo reconozco: te necesito a ti, cabrona. "Como tú, cabrona."

No hay comentarios.:

Publicar un comentario