Mira todo esté desastre que hice.
Hay partes de nosotros regados por todos lados.
Estoy extrañando tu risa, pero ahora otra persona ya te debe de estar escuchando reír, y la culpa es solamente mía. Tú no entendiste cuando te dije:
“Me atrevo por ti” sin abrir la boca, cuando en realidad, debía gritarte todo lo que se me estaba quedando en los labios:
”Tengo miedo, mi amor".
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