Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Impar

Ya no pienso volver a pedir que te quedes, o me quieras (lo que es igual).
Ya no pienso contar que soñé contigo la noche anterior… y muero de ganas porque estés aquí donde claramente no quieres.
Ya no pienso más, mi amor, en esforzarme.
Si los fracasos me enseñaron algo es que ningún amor se mendiga, ni enjaula.
Y yo me siento terrible pidiendo un momento contigo, como un enfermo sacando cita al médico. Porque no vamos a ningún lado.
0 tú sí, pero me has soltado la mano. Por ahora sólo quiero huir a otro guión, a otra vida 
sin dejar rastro de esta, o mi nombre en los créditos.

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