Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Poesía purépecha

En la vida ni se gana ni se pierde, ni se fracasa, ni se triunfa. En la vida se aprende, se crece. se descubre; se escribe, se borra y se reescribe otra vez, se hila, se deshila y se vuelve a hilar. El día que comprendí que lo único que me voy a llevar es lo que viva, empecé a vivir lo que me quiero llevar.

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