Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Coplas de vino

Nervioso, pero sin duelo 
A toda la concurrencia 
Por la mala voz suplico 
Perdón y condescendencia. 

Con mi cara de ataúd 
Y mis mariposas viejas 
Yo también me hago presente 
En esta solemne fiesta. 

¿Hay algo, pregunto yo 
Más noble que una botella 
De vino bien conversado 
Entre dos almas gemelas? 

El vino tiene un poder 
Que admira y que desconcierta 
Transmuta la nieve en fuego 
Y al fuego lo vuelve piedra. 

El vino es todo, es el mar 
Las botas de veinte leguas 
La alfombra mágica, el sol 
El loro de siete lenguas. 

Algunos toman por sed 
Otros por olvidar deudas 
Y yo por ver lagartijas 
Y sapos en las estrellas.

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