Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Hay personas...

Hay personas tan 
indecisas que se alejan 
de nuestra vida por una 
aventura, y cuando intentan 
regresar ya no somos 
lo que de sus manos 
en el ayer dejaron ir, 
ya nos habitan nuevas flores 
y mejores brazos, 
y ya no nos interesa 
ese desierto 
que se disfrazó 
de jardín.

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