Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

En tu puerto

En tu puerto me quedo anclado una eternidad.
Mis amarras se enredaron
Y no las puedo…
tampoco quiero

 Desatar
atraqué en tu cadera,
sensual como ninguna
me sedujo mucho mas lo bello de tu espíritu
el espejo de tus ojos  
el ámbar de la laguna
es aliento de tu voz la brisa en Puerto Píritu
tus ataduras me golpean
contra al muelle sin cesar
no obstante  cuando sube la marea

Emerjo un poco y me dejas besar
la orilla de tu boca ajena
donde recito mis poemas sin hablar

Y ahora en tu abandono
expira  la laguna putrefacta,  abiótica
se corroe el mástil y mi rostro pálido
me quedo varado en tu playa exótica

Viviendo en silencio este sueño escuálido
recordando  verte impúdica, erótica
palpando en el sur de tu vientre cálido
escribo mi angustia en prosa anecdótica
atado en el muelle de tu puerto árido
reflejan las aguas mi rima caótica
desde que te fuiste deje de ser sabio

Borraron tus manos mi recital invalido
tu nombre en mis versos de manera acróstica
desprecias el legado  de mi viejo Eladio

Prefieres mentiras de una voz robótica
sin alma, sin vida, sin verdad en sus labios
guardare mis versos como cosa histórica
sin que sepa nadie, cuanto yo te amo
hablaré de ti como Azaña heroica
a mis lindos nietos cuando sea anciano 

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