Entonces encontramos a alguien con quién desprendemos, con quién soltamos, con quién nos hacemos pedazos y eso no nos asusta. Y encontramos a alguien a quién queremos de mil maneras y aprendemos de sus heridas, y acariciamos su pasado como si fuese nuestro. Al fin nos perdemos en unas manos, y los pies no se cansan de echar raíces. Y cantamos sin parar la misma canción, y vivimos el hoy, sin ese miedo al mañana. Y sabemos que vendrán tormentas, y sabemos que nos visitará la incertidumbre, pero aprendemos a que el amor es así, como la vida misma; con altos y bajos para que no se nos olvide de dónde venimos y a dónde vamos. Entonces te das cuenta de que de eso se trata el amor, de lecciones, de libertad, de aprender y enseñar. De eso se trata de encontrar a alguien que te enseñe a mirar con otros ojos, que te haga ver cosas que tú no ves.
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