Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Juro por Dios

Juro por Dios, lo juro... Que hay altas horas de la noche en las que pararía todo el pinche tráfico, e incendiaría toda la puta ciudad, con tal de tenerte cerca, con tal de tenerte aquí y poder sentir tus manos en mi espalda, mis dedos en tus labios, mis labios en tu boca, mi sexo en tu sexo, y gritarte desquiciadamente cuanto te amo, cuanto te extraño.

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