No tienes que irte,
tampoco quedarle,
no tengo cadenas,
ni necesito de anzuelos.
Siempre te he querido libre:
juntos, o a kilómetros de tierra.
No tienes qué mentir,
yo no tengo qué fingirte nada,
si hoy estamos aquí
no necesilamos condicionar el alma;
y si en un futuro llegamos al fin. adelante pues...
que la vida no acaba.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario