Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Retorno del amor en la noche tritse

Ven, amor mío, ven, en esta noche 
sola y triste de Italia. Son tus hombros 
fuertes y bellos los que necesito. 

Son tus preciosos brazos, la largura 
maciza de tus muslos y ese arranque 
de pierna, esa compacta 
línea que te rodea y te suspende, 
dichoso mar, abierta playa mía. 

¿Cómo decirte, amor, en esta noche 
solitaria de Génova, escuchando 
el corazón azul del oleaje, 
que eres tú la que vienes por la espuma? 

Bésame, amor, en esta noche triste. 
Te diré las palabras que mis labios, 
de tanto amor, mi amor, no se atrevieron. 

Amor mío, amor mío, es tu cabeza 
de oro tendido junto a mí, su ardiente
bosque largo de otoño quien me escucha. 

Óyeme, que te llamo. Vida mía, 
sí, vida mía, vida mía sola.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario