Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Nada es demasiado pequeño como para no hacerse preguntas

El grillo no se pregunta         
          si existe el cielo
o, si es que existe, si habrá espacio para él.
Es otoño. El romance ha acabado. Aun así, canta.
Si puede, entra en una casa
          por el resquicio más pequeño de la puerta.
Entonces la casa se vuelve más fría.
Canta despacio y más despacio.
          Y de pronto, nada.
Debe de significar algo, no sé qué.
          Pero sin duda no significa
que no haya sido un excelente grillo
          durante toda su vida.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario