Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Sopla un cántico de lluvias

Sopla un cántico de lluvia,
la luna hecha polvo,
las argentadas nubes.
sopla un coro de dedos
besando la blancura de un piano;
Y queda en mi mano
como un corolario,
pequeñas lágrimas cristalinas
de una sonata de otoño
y una sinfonía de verano.

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