Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

No quiero escribir poesía

Hoy no quiero escribir poesía en tu pecho, quiero el bombeo de tu corazón acelerado. Quiero tu cuerpo sobre el mío entrelazado, tus jadeos en mi oído tu vientre inundado.

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