Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

El exorcista

Era un exorcista imbatible, ningún demonio podía contra él. Su secreto; no tenía alma y llevaba roto el corazón. Su alma le pertenecía a ella quien se la llevó cuando lo abandonó, en ese mismo instante partió su corazón. Era un exorcista imbatible, ningún demonio podía contra él.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario