Ahora que al fin comprendo que la vida es un momento, puedo dejar el apego. Porque absolutamente todo cambia, en un momento se tiene todo y al otro es sólo remembranza. Así el amor también muta, se hace silencio y cuando menos se lo espera aparece en otros ojos.
Perderemos aún más, hasta perder el miedo. No nos queda tanto tiempo, somos instantes pretendiendo ser eternos. La vida se va suspiro a suspiro. La felicidad nunca se consigue luego, es sólo recuerdo. Además, tendemos a exagerar algunos recuerdos para no sentir la angustia de la soledad no buscada.
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