Hablas en colores que no existen,
sueñas que soñabas
y desvistes tu mirada,
dos pozos sin fondo
que recorro al alba
como quien se hunde en el agua,
y me mira tu boca
y me besan tus ojos,
me envuelve tu carne,
murmullo de tu alma.
Y es que sonreír como tú me miras
obliga al pensamiento a callar,
y es que estar como tú te ausentas
obliga al cuerpo a actuar,
a ser en otro que no te ansía
para cuando llegue el día
arrancarme esa cara
y poderte besar.
Actúo y especto
este rito carnal,
este animal de adentro
que se arrulla al tus ojos mirar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario