Nos tomamos de la mano, y para mí significó más que hacernos compañía mientras caminábamos custodiados por un sinfín de ilusiones. La tomé de la mano, en un simple gesto de cariño. Una muestra de compañerismo. De unidad. La certeza de que nos teníamos el uno al otro, y que era suficiente para saber que no necesitábamos otra cosa. Cariño, cuando me tomabas de la mano yo volaba, Me sentía capaz de restregarle al destino la felicidad que encontré contigo después de que haya intentado de todo para que estuviera solo. Y yo fui feliz contigo. Ya ves que hasta el destino se equivoca, pero no se equivocó con nosotros. Nosotros sí fuimos la prueba viviente de que se puede ser feliz a pesar de todo. Me tomaste de la mano, y desde entonces supe lo que era el amor. Es que es increíble pensar que con un pequeño detalle se pueda encender tan grande senti miento. Sigue pareciéndome maravilloso el haber descubierto contigo lo que es ver más allá de un prototipo de romanticismo. Contigo mi sentimentalismo se torna sincero, Y todo con tomarnos de la mano.
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