Para cada persona que piensa que eres "demasiado callado" hay alguien que piensa que eres un oyente increíble.
Para cada persona que piensa que eres "demasiado aferrado" hay alguien que ama lo mucho y lo abiertamente que te preocupas por los demás.
Para cada persona que piensa que eres "demasiado raro" hay alguien que admira cómo te atreves a destacar entre la multitud.
Para cada persona que piensa que eres "demasiado sensible” hay alguien que te respeta por estar tan en contacto con tus sentimientos.
Para cada persona que piensa que estás "demasiado seguro" hay alguien que piensa que tu respeto a ti mismo es una inspiración.
Lo que es un rasgo negativo en los ojos de una persona podría ser exactamente lo que otra persona está buscando. No es blanco o negro.
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