La Región de la Rosa

Existe un lugar al que los aldeanos llaman la Región de la Rosa debido al amor que se profesan dos seres excepcionales; Ella es un ángel, una princesa y una rosa que vive en el pecho del caballero.

En la región está, al norte el Bosque Encantado, lugar pequeño al principio pero que el amor de Ella y Él lo han hecho crecer extendiendo cada día más sus límites. En este lugar vive el Caballero de la Rosa dentro de una pequeña cabaña oculta en lo profundo del bosque, solo Ella ha podido llegar hasta ahí, siempre lo hizo como princesa pero ahora descubrió que puede entrar como ángel.

Al este se encuentra el Palacio Real, en lo alto de una inaccesible montaña que es el hogar de la princesa y últimamente su prisión. Junto se encuentra el arroyo de los suspiros, que baja y cruza por el Bosque Encantado, es el camino que utiliza el caballero todas las mañanas para llegar hasta el palacio y ver el amanecer al tiempo que mira hacia el balcón de la princesa, el amor de su vida.

Al sur se encuentra el Bosque de la Melancolía, lugar sórdido y oscuro, en donde la princesa se refugia con frecuencia y que ahora la rodea una alta y fuerte muralla porque su familia no quiere que vaya a ese lugar, pero ella en su confusión piensa que es para mantenerla encerrada ahí.

Para llegar al Bosque de la Melancolía, es necesario cruzar los Montes de la Soledad, lugar lleno de riscos escarpados, peligrosos y secos, es el refugio de los dragones que antes atacaban al reino y ahora por instrucciones del caballero cuidan que nadie se acerque al mencionado y melancólico bosque, especialmente su amada princesa.

Paradójicamente, desde el Palacio Real es más difícil llegar al Bosque de la Melancolía que al Bosque Encantado, pero la princesa insiste en su desesperación en acudir al terrorífico bosque, porque piensa que ha perdido a su amado caballero, cosa por demás absurda y falsa, el amor verdadero nunca muere y ese es el amor que tiene el caballero para Ella, además de infinito.

Entre el Bosque Encantado y el Palacio Real viven los aldeanos a quienes el Caballero de la Rosa protege y capacita en el arte de hacer prosperar sus pequeños negocios.

Dentro del Bosque Encantado existen lugares de suma importancia para el caballero:

El puente de piedra, único acceso al lugar y que solo la princesa ha cruzado, ahora solo ella, sin su investidura real y como la dama que es,  con su amor puede hacerlo y besando al caballero traerlo a la vida nuevamente, nadie más puede hacerlo y corre el riesgo de fallecer inevitablemente si intenta cruzarlo, pues el caballero le pertenece por entero a ella, a D…

El arroyo de los suspiros que baja desde el Palacio Real, el camino que toma el caballero para ir precisamente al amanecer o regresar justo antes del mismo, después de vivir su amor con la princesa, bajo el cobijo de la noche y una vez que se rompe el frágil sueño de ella. 

El lago de los enamorados en donde un viejo sauce es mudo testigo del amor que Ella y Él se profesan, donde pasaban los atardeceres y tenían largas conversaciones mirándose como solo se miran los verdaderamente enamorados.

El Mar de los Ensueños por donde los enamorados daban caminatas y humedecían sus pies en las cálidas y suaves olas del mar.

Finalmente la cabaña del caballero donde Ella es el único ser humano que ha llegado, el único ser fuera de este lugar mágico que lo conoce y lo ha vivido, está en un lugar secreto y profundo en el bosque.

La cabaña es el lugar donde el caballero guarda sus papeles con sus pensamientos más íntimos, que también le pertenecen a Ella y que recientemente descubrió con la complacencia del caballero.

 

No existe vida sin ilusión y los sueños son para convertirlos en realidad, ellos dos, la Princesa Ángel y el Caballero de la Rosa, sin darse cuenta hicieron de la realidad una fantasía y de la fantasía una realidad, tal es la fuerza que los une hasta convertirlos en uno solo… la fuerza de su amor.