Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

La hora más oscura y silenciosa.

En la hora más oscura y silenciosa de la noche, camino descalzo sobre el piso de vieja madera, que cruje en cada paso acompañando mis pensamientos.

"Un hombre vale más que sus palabras y una mujer vale más que su imagen"

Afortunada cita que me encontró en un lugar inesperado, pero siempre posible, uno de mis lugares favoritos; el cine.

Ahora pienso en el cine, ese séptimo arte que ha formado parte importante en mi vida y que me ha acompañado desde mi infancia. Tantas películas, tantos maravillosos y fantásticos recuerdos, pero en esta hora oscura y silenciosa, viene a mi mente una trilogía, filmada a lo largo de 20 años, en donde el amor perdura a través del tiempo y la distancia.

La madera cruje mientras camino, cuando súbitamente aparece de entre las sombras una imagen añorada, primero un cuerpo etéreo, y poco a poco un rostro con facciones mejor definidas y a cada instante más claras, me sonríe y extiende sus brazos hacia mi, le sonrío y extiendo mis brazos hacia ella, en un anhelado abrazo que entrecorta el aliento y acelera el corazón.

Ella está conmigo en la hora más oscura y silenciosa de la noche, nos escapamos por el aire y el piso de vieja madera deja de crujir.

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