Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Amada Caperucita

Amada Caperucita.

Al principio sólo quería comerte. Era mi carne la que pedía la tuya. Luego conocí lo que esa capa roja esconde y me enamoré de mi víctima. Yo no maté a tu abuelita. Ella se escapó con el cazador y están viviendo juntos en el bosque. No soy tan malo. No creas todo lo que te dicen de mi. Los lobos podemos cambiar. Ya soy vegetariano y estoy ayudando a los 3 chanchitos en la construcción y arquitectura. Te invito un café mañana y luego vemos que pasa.

Sinceramente tuyo,

El Lobo Feroz

No hay comentarios.:

Publicar un comentario