Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

En cada beso

Cuando la besé, supe que nunca me habían besado de verdad, que yo había dado muchos besos, pero que a mis labios siempre les hizo falta sentir algo más, y es que ella tiene una forma tan particular de acariciarme el alma en cada beso.
:D

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