Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

El silencio

El silencio en su manifestación perfecta no existe, pero cuando no llamas, cuando no leo algo tuyo en una publicación cualquiera, y las horas pasan sin decir nada de ti, el silencio se hace corpóreo y llega, toma forma, se avalancha contra mi y me dice que he muerto, que dejado de ser tuyo.

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