Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Me besó

Me besó los labios con ternura, intentando dejar una huella suya en los labios. Yo sonreí. Era el beso más pequeño y a la vez el más grande que tuve en mi vida. A veces las cosas no se miden por su grandeza, se miden por su intensidad.

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