Yo no te olvido, habitas en un lugar donde nadie puede tocarte, donde nadie sabe que existes, donde nadie puede herirte, ni yo con mi olvido, ni tú con tu ausencia.
Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.
Ya no duele sonreir
Después de tantas noches die desvelo intentando sacarme las tristezas del pecho, al fin puedo dormir. Aprendí a poner de mi parte y no dejarle todo al tiempo, y aunque debo decir que no ha sido nada fácil para mi, ya no duele tanto sonreír.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario