Yo no te olvido, habitas en un lugar donde nadie puede tocarte, donde nadie sabe que existes, donde nadie puede herirte, ni yo con mi olvido, ni tú con tu ausencia.
Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.
Aquella noche
Aquella noche...
Fuimos el antojo de una
noche cubierta de
ganas y de un secreto
a medio gritar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario