Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

A veces...

A veces 
tan solo necesito 
de tu cálida compañía; 
sin palabras, 
te necesito así desnuda, 
tan solo mujer 
con alas, 
sin pausas, 
con tantas ganas 
de follarnos 
el alma 
y la vida.

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