Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

La revolución

La revolución empieza en tu sillón y sigue en tu cama mientras besas todos mis frentes de batalla el sistema de nuestra ropa cae al suelo y lo único que queda es la anarquía de tu cuerpo sobre el mío creando nuestro propio manifiesto con gemidos destruyendo cada una de sus normas.

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