Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Me declaro culpable

Me condeno a tu amor y a tus deseos, a cada centímetro de tu cuerpo, me sentencio a tus caricias desnudas y al refugio de tus besos. Me declaro culpable de ser tuyo, entero, completo.

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