Yo no te olvido, habitas en un lugar donde nadie puede tocarte, donde nadie sabe que existes, donde nadie puede herirte, ni yo con mi olvido, ni tú con tu ausencia.
Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.
Primaveras
No tengo nada que perdonarme, Nada de qué arrepentirme: Di lo mejor de mi y con eso me quedo; duermo como los ángeles, con la conciencia tranquila y sin dejar de soñar. Mis inviernos siguen siendo primaveras.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario