Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Se conocieron

Por la mañana se conocieron. Se dijeron mil palabras; vanas e incoherentes. Pero de titánica importancia.

Por la tarde eran secreto; a nadie le importaban, y nada era importante.

Por la noche eran amantes. Se amaban con recelo, y juntos ya llevaban lo que el universo en acabarse. 

Por un día se conocieron. Por un día el amor hizo alarde. Un amor surrealista: un amor hecho de sangre. 

Por la mañana se conocieron. Por la tarde se enamoraron. Por la noche se despidieron. La tragedia de todo amante. 

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