Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Usted llena...

Usted llena de lujuria, mi alma arde al fuego tibio de tu sexo húmedo. Carne, mente y alma se funde a ti, como el carbón al fuego, mientras bailamos en plena desnudez la danza de los amantes, dónde la coordinación, la marca tu gemir, tu sudar, tu sentir. Se nos une el crujir de la cama, el rebote del colchón; colchón cuyas sábanas se deleitan entre la humedad y el desorden de dos almas que se follan mientras se aman.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario