Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Ella es...

Ella es caótica e impredecible. Nunca sabes si te va a amar o te odiará, si va a huir o te pedirá que no te vayas nunca. Y es por eso por lo que hay que amarla: porque en sus idas y venidas puede ofrecértelo todo o dejarte sin nada. Tiene una tristeza que duele, sin embargo no he visto a nadie, jamás, reírse tan fuerte de la vida. Por eso la amé, porque era lo más parecido a la felicidad que había encontrado.

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