Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Estás tú

A veces, la vida me golpea tan fuerte que solo alcanzo a pensar en rendirme. Pero estás tú, allí, parada frente a mí, sin importar que mi lluvia te moje; y entonces me doy cuenta de que si sigues estando allí, ya lo he ganado todo.

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