Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Yo soy mi propia casa V

De mi barroco cerebro,
el alma destila intacta;
en cambio mi cuerpo pacta
venganzas contra los dos.


Todo mi ser en pos
de un final que no realiza;
mas ya mi alma se desliza
y a los dos ya los libera,
presintiéndoles ribera
de total penetración.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario