Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Anhelo

Que nunca mis ojos
pierdan ese anhelo
de seguirte mirando,
que nunca mi pluma
pierda los deseos de
seguirte escribiendo,
que nunca mis letras
dejen de inspirarse al
estar en ti pensando,
que nunca mis pasos
dejen de recorrer esos
lugares donde un día
vivimos amándonos.

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