Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

En verdad

En verdad
no sé quién encontró a quién,
sólo recuerdo haber volteado
y mirar las huellas de tus pies,
ahora caminas de mi mano.
¿A dónde vamos? No sé bien,
pero el viaje es placentero
cuando te volteo a mirar
y veo en tu sonrisa que
lo disfrutas también.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario