Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Mi propuesta

¿Al fin quieres negociar? 
No hay problema. 
Aquí dejo mi propuesta:

Tú te aferras 
A mi almohada con tus dedos, 
mientras hablo 
y hago eco 
entre tus piemas.

¿La aceptas?

No hay comentarios.:

Publicar un comentario